Parte 2
Los Nefilim:
El pueblo de los Cohetes.
En la entrada anterior se ha mencionado que muchas de
las llamadas visitas extraterrestres del mundo antiguo, puedan corresponder en
realidad al intento final de la raza Nefilim y sus padres de lograr una carrera
espacial. De acuerdo a nuestras investigaciones, los ángeles ingresaron en
nuestra "región" con cuerpos materiales el 13 de agosto de 3114 a.
E.C. Ese día empezó la cuenta larga maya y la galaxia se encontraba en una situación
que solo se a repetido el 21 de diciembre de 2012. Ahora bien, desde el 3114 a.E.C
hasta el Diluvio pasaron 744 años, un tiempo más que prolongado para desarrollar
en el mundo antediluviano una serie de maravillas. La influencia directa de los
ángeles y sus hijos solo pudo lograr ese avance.
Meditemos que tan solo al hombre moderno le bastaron
unas cuantas décadas para iniciar su carrera espacial.
La historia degenerada de Gilgamesh nos interesa
principalmente por sus aspectos «aeroespaciales». El artefacto que Gilgamesh
necesitaba para llegar a la Morada de los dioses era, indudablemente, una nave espacial,
uno de cuyos lanzamientos tuvo ocasión de presenciar cuando se acercaba al
«lugar de desembarco». Parece ser que estos cohetes estaban situados en
el interior de una montaña, y los alrededores, bien
vigilados, dan la
impresión de ser una zona restringida.
http://www.youtube.com/watch?gl=ES&v=5kv1PvEI-cs;
Hasta ahora no ha salido a la luz ninguna representación
gráfica de lo que vio Gilgamesh, pero, en un dibujo encontrado en la tumba de
un gobernador egipcio de un lejano país, se puede ver la cabeza de un cohete por
encima del suelo en un lugar donde crecen palmeras. El cuerpo del cohete está
claramente almacenado bajo tierra, en un silo (base subterránea) hecho por el
hombre con segmentos tubulares y decorado con pieles de leopardo.
Otra estela sumeria que se exhibe en el Louvre, en París,
puede muy bien representar el último intento de los Nefilim y sus padres de
lograr una carrera espacial para huir de la destrucción. La gran figura central
es la de una deidad y no la de un rey humano, pues lleva un casco adornado con
cuernos, la marca de identidad exclusiva de los dioses.
.
Además, esta figura central no parece ser el líder de
los humanos, más pequeños en tamaño, sino que parece estar pasándoles por
encima (Se observa su aspecto gigante). Por su parte, los humanos no parecen
estar metidos en ninguna actividad guerrera, sino que parecen estar marchando
hacia, y adorando, el mismo objeto cónico grande sobre el cual tiene puesta su
atención la deidad. Armado con un arco y una lanza, la deidad parece ver el
objeto más como algo amenazador que como un objeto de adoración. El objeto
cónico se muestra como alcanzando a tres cuerpos celestes. Por su tamaño, forma
y propósito parece tratarse de un "cohete" de tiempos remotos.
En un templo de libia también aparece otra imagen de
un cohete preparado para partir de la Tierra. Todos los pueblos y culturas de
la antigüedad nos hablan de las memorias de dioses voladores y algunos
artefactos logrados por ellos. Por ejemplo, en la India se encuentran alusiones
a asombrosos carros voladores (Vimanas)
y a extraños elementos a reacción que habrían sido
utilizados en el curso de las guerras entre los reyes de la alta antigüedad
asiática. En estos vehículos voladores las personas que se montaban en ellos
podían volar hacia los cielos y dirigirse a las estrellas, para luego retornar
a la Tierra. Un texto antiguo de la India llamado el Ramayana dice: "Cuando
todos estuvieron embarcados,
Rama ordenó al vehículo
que partiese y el incomparable carro de Kurevase se elevó hacia el mismo seno
de los cielos. El carro volaba como una gran nube empujada por los
vientos".
En Perú se habla también de los Viracochas, dioses
llegados del este y que podían volar.
(Véase el documental de JJ Benítez “La Huella de los
dioses” http://video.google.com/videoplay?docid=-
3209960895948535767#docid=7403640407844499263;
y “Mirlo Rojo” http://video.google.com/videoplay?docid=-
3209960895948535767#)
Es posible que muchos grabados en piedra y relatos hayan
sobrevivido al Diluvio y luego fueron nuevamente grabados en otras tablillas y
se
le agregaron más detalles, creando una distorsión
alusiva a dioses antiguos con nombres e historias. Por lo tanto, estaríamos
observando copias de otras estelas más antiguas ya desaparecidas. Serían las
copias de evidencia que logró sobrevivir y que fue vuelta a esculpir, para ser
preservada. Estos relatos han sido interpretados hoy como la manifestación de
seres extraterrestres, pero claramente podrían aludir al inicio de una carrera
espacial que fue abortada con el Diluvio.
Al parecer los Nefilim que lograron sobrevivir (sus
padres angélicos fueron “apresados" y ya no pueden materializarse) no
pudieron huir de éste sistema solar. Seguramente, "otros" se lo
impidieron y tuvieron que regresar tras el Diluvio a la Tierra. Éste retorno de
ellos, también fue documentado por los primeros habitantes descendientes de Noé
y esparcidos tras el Diluvio. El arte rupestre de Tassili en Argelia o las impresionantes estatuillas dejadas por
los nativos de Acambaro, son sólo algunos de los enigmas más reveladores de la
presencia de éstos gigantes que tuvieron que forzosamente volver a aterrizar en
nuestro planeta.
Acambaro
(Véase el documental “Tassili” de Cuarto Milenio aquí.)
http://tu.tv/videos/cuartomilenio- los-misterios-de-9-9-07
Después de visitar la región de Tan-Zumaitak y la de
Tamir, el equipo del arqueólogo Henri Lhote se dirigió al pequeño macizo de
Yabbaren. "Cuando veas Yabbaren -le había dicho su viejo camarada Brenans-
te, quedarás estupefacto". Y así fue en realidad. Yabbaren que el idioma
de los tuaregs significa "los gigantes"
se distingue por las presuntas representaciones humanas, gigantescas y
desconcertantes. En las cavernas sobresalen los "dioses de cabeza
redonda", que se asemejan a posibles cosmonautas remotos con sus cascos o
escafandras.
http://tejiendoelmundo.wordpress.com/2010/02/23/los-wandjinas-
%C2%BFvisitantes-extraterrestres-de-la-antiguedad-2/
En la localidad de Val Camonica, Italia, también
encontramos milenarias pinturas. Siluetas humanas vestidas con atuendos que
podrían corresponder a trajes espaciales, ya que si se observan con detenimiento
se pueden reconocer escafandras, antenas y otros dispositivos tecnológicos.
Cómo hemos observado, estos relatos en piedra, bien
pueden ser referencias al retorno de ellos a la Tierra, tras la inundación, y
no a la llegada de extraterrestres de otros planetas con el fin de enseñar a una
humanidad desobediente.
FIN DE LA SEGUNDA PARTE.
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